IMG 20170410 WA0000

 

CUARESMA: Son los cuarenta días antes de la Pascua.  Comienza el Miércoles de Ceniza, donde el Sacerdote nos recuerda que “del polvo venimos y al polvo iremos”; es un día de ayuno y abstinencia de carne.  Durante estos cuarenta días se recomienda realizar donaciones, rezar, confesarse, visitar enfermos, etc.  También nos recomiendan realizar abstinencia de carne y meditar el Vía Crucis, como para preparar nuestro cuerpo y espíritu para la Semana Santa y la Pascua de Resurrección.

SEMANA SANTA: Es la semana que antecede a la Pascua, comenzando el domingo de Ramos y concluyendo el domingo siguiente, con la celebración de la Resurrección de Cristo.  En ella conmemoramos solemnemente la Pasión y Muerte de nuestro Señor.  Para los cristianos es la semana más importante del año, pues es la que fundamenta más que ninguna nuestras creencias.

DOMINGO DE RAMOS: Es un día de alegría, pues se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.  Antes de la Misa se hace la bendición de los Ramos y la procesión, recordando que Cristo fue recibido como el Hijo de Dios al ingresar al pueblo de Jerusalén, por eso lo vivaban levantando hojas de palmas y de olivo.

¡Arriba nuestros ramos cantando al Señor! 

¡Arriba nuestros ramos cantando al Señor!

¡Bendito es el que viene, en nombre del Señor!

¡Jesús nuestra esperanza!  ¡Jesús liberador!

LUNES SANTO A MIÉRCOLES SANTO: En la celebración de la Santa Misa de estos días recordamos los hechos de la vida de Jesús, narrados en el Evangelio de estos últimos días antes del comienzo de la Pasión de Cristo que se da en el Sagrado Triduo Pascual (Jueves, Viernes y Sábado Santo).

El Lunes Santo se da la unción de Jesús en casa de Lázaro y Cristo expulsa a los mercaderes del templo de Jerusalén.

El Martes Santo Jesús anticipa a sus discípulos la traición de Judas Iscariote y las negaciones de San Pedro.

El Miércoles Santo Judas Iscariote conspira con el Sanedrín para traicionar a Jesús, por treinta monedas de plata.

 JUEVES SANTO: Se celebra la misa vespertina de la Cena del Señor, en la que se conmemora la Última Cena.  En esta Cena, Jesús realiza el Lavatorio de pies a sus discípulos recordándonos que Él que es el mismo Rey de los hombres se hizo pequeño para venir a dar la vida por nuestros pecados, para servir al Padre.  Luego Jesucristo instituye la Eucaristía y el Sacerdocio, eligiendo a Pedro como el primer Sacerdote y Papa.  Luego de que Jesús reza en el Huerto de Getsemaní , es arrestado.

Este día tiene carácter festivo: a pesar de ser la noche de la traición de Judas y de la agonía en el Huerto de los Olivos, es también la gran noche de la institución de la Eucaristía que nos llena de alegría.

Para adorar a Jesús, luego de la Misa en la que se recuerda el Lavatorio de los pies, la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio, las Hostias Consagradas quedan reservada en el Monumento Eucarístico: un sitio especialmente preparado y ornamentado con flores y velas, donde podemos acudir a adorar a Jesús. 

Una antigua costumbre invita a visitar siete veces el Monumento Eucarístico, en la misma Iglesia o en siete diferentes, recordando el recorrido de Jesús en aquella noche en que comienza la Pasión:

1) Jesús es presentado al tribunal de Anás, donde es interrogado y abofeteado (Jn 18, 13; 19, 23)

2) Anás lo envió atado ante el Sumo Sacerdote Caifás (Jn 18, 24)

3) Caifás convoca al Sanedrín: es golpeado, escupido e insultado por los 71 miembros del tribunal.  Prestan declaración testigos falsos (Mc 14, 53)

4) Rompiendo el alba, el Sanedrín escucha que Jesús se declara Hijo de Dios y condenan a Jesús a muerte (Lc 22, 26)

5) Envían a Jesús ante Pilato para que ejecute la condena.  Pilato intenta salvarlo, y lo envía a Herodes (Lc 23, 1-7)

6) Jesús es presentado ante Herodes.  Ante las preguntas de aquel rey corrupto, Jesús calla y nada responde.  Herodes se burla de Jesús vistiéndolo con unas viejas y sucias ropas reales.  Lo envía nuevamente a Pilato (Lc 23, 8-12)

7) Pilato se asusta ante la multitud enfurecida, y se lava las manos.  Entrega a Jesús para que lo azoten y lo crucifiquen (Lc 23, 13-25)

VIERNES SANTO: Se recuerda la prisión de Jesús, los interrogatorios de Caifás y Pilato, la flagelación del Señor, la coronación de espinas, el Vía Crucis, la crucifixión  y sepultura de Cristo.  Es un día de ayuno y abstinencia de carne.

Este día, la celebración de la Pasión del Señor reemplaza la Misa, que no se celebra en señal de duelo, ya que es el día en que Jesús es crucificado.  La ceremonia se realiza por la tarde, pues fue por la tarde cuando Jesús expiró.  Durante la ceremonia de la Pasión del Señor se realiza la Adoración de la Cruz, y se distribuye la Eucaristía.  Se realiza el Vía Crucis.

SÁBADO SANTO: Durante este día no hay celebraciones litúrgicas, ya que es un día de duelo, pues Jesús yace en el sepulcro.  Los templos permanecen con las imágenes veladas, el Sagrario vacío, y presididos sólo por la Santa Cruz, a la que se le rinde especial veneración en este día.

El Pueblo Judío consideraba que ya comenzaba el domingo cuando caía el sol del sábado, es por eso que se celebra la Vigilia Pascual, aguardando la Resurrección de Cristo.  Se bendice el Fuego Nuevo con el que se enciende el Cirio Pascual, señal de Cristo que ilumina la vida del hombre y el Agua, con la que se bautizará.