Buenas nuevas

El 21 de junio, al cumplirse el 87 aniversario de la aprobación definitiva de las Hnas. del Rosario, las comunidades, convocadas por la Asociación, se reunieron en la Casa Madre, para peregrinar jubilarmente hacia la Parroquia de Santa Lucía, (lugar de la fundación).

En ese marco se celebró la Eucaristía. Después, de regreso a Herrera, compartimos el brindis fraterno y gozoso.

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En el día en que conmemoramos la Solemnidad de la Anunciación del Señor, celebramos la misa como parte de los festejos que se darán durante el año por los 130 años de la Institución.

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Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado, el Buen Pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios.

También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, que alcance a sus familias, a todas las personas, donde sea que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra.

El pasado sábado 7 de mayo se realizó la JORNADA ESPIRITUAL INSTITCUIONAL, del colegio Monseñor Orzali de la provincia de San Juan.

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La misma se desarrolló en las instalaciones del Polideportivo del Colegio Pérez Hernández en el departamento Rivadavia, de 8.30 a 13hs.

Se trata de un momento en que toda la comunidad docente y no docente de los tres niveles, Inicial, Primaria y Secundaria se reúnen en para compartir fraternalmente. En esta ocasión estuvo impregnada de la alegría del reencuentro luego de dos años que debido a la pandemia, no había podido realizarse.

Iniciando con la bienvenida y oración inicial, se realizó un trabajo personal y luego se dio paso a la charla “Para educar a un niño, hace falta una gran aldea”.

A continuación la comunidad compartió la merienda; seguidamente se realizaron cantos de animación y juegos recreativos, por los cuales hubo mucha alegría y diversión.

Para culminar la jornada, se realizó una Gran Celebración sobre el texto bíblico de las Bodas de Caná. En un gesto de servicio, la comunidad entrega sus vasijas colmadas de agua, colmadas de todo lo que está dispuesta a ofrecer generosamente en la “aldea rosarina”, y el Maestro obra el milagro de convertirlo en un buen vino para la alegría del encuentro con el prójimo.